Por Diana Leal K Medialuna Magazine
Los problemas que enfrentan los habitantes de los once países de América Central son profundos. Las causas que empujan a su gente, a sus familias, a sus niños, a sus campesinos a dejar su país, sus tierras y migrar hacia el norte, a engrosar las grtandes caravanas de miseria humana y en muchas ocasiones la muerte, son poderosas.
En América Central no hay agua. El exceso de calor, la falta de lluvias por periodos prolongados como resultado del calentamiento de la tierra, y las variaciones climáticas severas amenazan cada día, de manera más cercana las posibilidades de vida.Hambre, desnutrición infantil, desempleo, violencia, y lo que disparó algunas de esas epidemias, las sequías y los desastres naturales, que son evidencia de lo que ya es hoy una catástrofe climática.
“El ganado se muere, las gallinas se mueren, los cultivos se secan. No hay agua para irrigarlos. No hay comida” gritan las comunidades.
Lo que ya se conoce como el corredor seco de acuerdo a las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) es una franja de 1600 kilómetros a lo largo del pacífico, desde el sur de México, en el estado de Chiapas, hasta el occidente de Panamá, dónde vive el 90 por ciento de los habitantes de América Central.
La región ha venido enfrentando intensas sequías desde hace más de seis años como resultado del fenómeno del Niño, que se ha venido agudizando con la emergencia climática, de acuerdo a los expertos.
La falta de agua ha aumentado de manera dramática el hambre y la pobreza, que ya la FAO venía advirtiendo desde hace más de una década, como una crisis alimentaria. “La falta de acceso a alimentos es grave, y urgente de erradicar en América Central” advirtió la FAO en una cumbre internacional en 2014.
Los períodos extremos secos que generalmente eran de tres meses se han venido alargando, y las lluvias se han reducido en un 60 por ciento en algunas zonas.
En lo que va corrido de 2019 según cálculos de la FAO más de la mitad de las cosechas de maíz y frijol, esenciales para la seguridad alimentaria de las comunidades, se han perdido.
La escasez de lluvias ya ha convertido extensas áreas en desiertos y los incendios forestales se han incrementado.
De acuerdo a estudios realizados por The Global Water Partnership, Centroamérica es una de las regiones más vulnerables al cambio climático, y Honduras el país más afectado por la emergencia climática durante los últimos veinte años debido a su posición geográfica y a sus altos niveles de pobreza.
Nicaragua y Guatemala están entre los diez países más afectados por el calentamiento de la tierra, que sigue exacerbando el hambre, que ya era crónica en las comunidades en extrema pobreza, y que afecta de manera dramática a millones de niños.
El hambre y las sequías han deteriorado la salud de los habitantes, y su débil economía.
Es urgente que el mundo entienda las razones de las migraciones masivas y la crisis que se vive en la frontera del sur de los Estados Unidos. Que vea a través de los niños encerrados en jaulas como animales, del crimen y las matanzas como resultado de la ignorancia que produce el racismo, la crítica miseria de millones de personas centroamericanas, y las causas por las cuáles esta gente humilde arriesga su vida para intentar pasar a un país que no los quiere.
Es importante que la comunidad internacional tome acciones inmediatas para impedir que más familias continúen arriesgando sus vidas y las de sus niños y poniéndolas en manos de un gobierno racista que no tiene ningún interés en considerar las causas del problema, que no entiende de pobreza, de hambre y de la catástrofe climática global que ya se vive.
¿Y los gobiernos de estos países latinoamericanos? ¿Están interesados en aliviar la situación de su gente, crear programas de irrigación, aliviar el hambre de sus niños?
¿Es posible que en la situación de emergencia que vive América Central y otros países del mundo existan políticos que continúen robándose los recursos que podrían salvar a sus comunidades?
¿Es posible que aun haya gente, personas que sigan defendiendo y votando por políticos corruptos que han sido los causantes de la tragedia de sus comunidades, de su país?
En estas y todas las circunstancias, ¡la corrupción es un crimen masivo!
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