El Departamento de Bomberos de la ciudad de Seattle ha realizado más de 756 000 pruebas de COVID-19 a sus residentes

Por Harold D. Scoggins,
Jefe de Bomberos
Cuesta creer que ya pasó casi un año y medio desde que se informó el primer caso de COVID-19 en la región de Puget Sound, que convirtió a nuestra área en el epicentro de la pandemia en Estados Unidos.
A principios de la pandemia, cuando las pruebas de COVID-19 eran extremadamente limitadas, reconocimos que los bomberos, que estábamos al frente de la lucha contra la pandemia, necesitábamos acceso a las pruebas para evitar que la enfermedad se propagara entre el personal de primera intervención y los pacientes que atendíamos.
Después de recibir aprobación del Washington State Department of Health (Departamento de Salud del estado de Washington) para realizar pruebas en marzo de 2020, nos convertimos en los primeros del país en implementar un centro de pruebas para el personal de primera intervención, atendido por ellos mismos.
Este fue el comienzo de varios cambios en nuestro trabajo para brindar servicios a la comunidad.
Dado que mi departamento es el responsable en la ciudad de combatir los incendios y de proporcionar servicios médicos de emergencia, inmediatamente le dije “sí” a la alcaldesa cuando nos pidió que ayudáramos a organizar las pruebas masivas para el público.
En abril de 2020, comenzamos a hacerles pruebas al personal y a los residentes de centros de cuidado a largo plazo y viviendas de adultos, donde la enfermedad se propaga rápidamente y estaba causando las mayores dificultades.
Hacia mediados del verano, nuestros esfuerzos se expandieron a la creación de cuatro centros de pruebas comunitarios para el público ubicados en varios lugares de la ciudad.
Debido a los altos recuentos de COVID-19 en los códigos postales ubicados en el extremo sur y en el oeste de la ciudad, dos de los centros (ambos sin cita) se emplazaron en Rainier Beach y West Seattle.
Desde junio de 2020, hemos realizado más de 756 000 pruebas de COVID-19, con lo cual ayudamos a los residentes a tomar decisiones informadas sobre el aislamiento y asistimos a los departamentos de salud con el rastreo efectivo de contactos.
Nuestra infraestructura de pruebas nos permitió comenzar a administrar vacunas con mayor facilidad cuando estuvieron disponibles en enero.
Desde el comienzo, supimos que la ciudad necesitaría ayuda para suplir las deficiencias del sistema de atención médica y priorizar la distribución equitativa de las vacunas.
Con la dirección de nuestros socios de la Mayor’s Office (Alcaldía), la Office of Immigrant and Refugee Affairs (Oficina de Asuntos de Inmigrantes y Refugiados) y el Department of Neighborhoods (Departamento de Vecindarios), elaboramos un plan de alcance para la distribución del suministro limitado de vacunas.
Asignamos personal a los equipos móviles de vacunación y los enviamos inicialmente a las viviendas familiares de adultos, a los centros de atención a largo plazo y a las viviendas con apoyo permanente para que vacunaran a las personas más afectadas por las consecuencias de la enfermedad.
En los primeros tres meses, gracias al esfuerzo de los equipos móviles del Seattle Fire Department (Departamento de Bomberos de Seattle), se administraron más de 26 500 vacunas (incluidas las segundas dosis), y el 59 % de las personas que las recibieron se identificaron como BIPOC (Black, Indigenous, People of Color; personas negras, indígenas y de color).
A medida que hubo más suministros disponibles, el Fire Department dejó de hacer pruebas en los centros de Rainier Beach y West Seattle y comenzó a administrar vacunas.
Después de haber aplicado casi 107 000 vacunas en los centros operados por este departamento en los últimos tres meses, y de que más del 76 % de los residentes de Seattle elegibles hayan comenzado el proceso de vacunación, confiamos en que podemos reducir nuestros esfuerzos y, aun así, reabrir paulatinamente la ciudad de forma segura.
Es por eso que muchos de los centros de vacunación cerrarán pronto, de manera que los aliento a vacunarse en uno de los centros de vacunación de la ciudad de Seattle lo antes posible.
El centro comunitario de vacunación de SoDo (3820 6th Ave. S) permanecerá abierto durante el verano, temporada en la cual el Seattle Fire Department también organizará clínicas de vacunación temporarias en las escuelas y en la comunidad.
Si bien Seattle ha alcanzado algunos logros admirables en el trabajo de vacunación, sé que muchos miembros de la comunidad latina aún no se han vacunado.
Los aliento a ayudar a sus seres queridos a vacunarse. La vacuna salva vidas. Además, los efectos secundarios comunes de la vacunación son mucho más tolerables que morir por COVID-19.
Puede obtener más información sobre cómo acceder a la vacuna en www.seattle.gov/vaccine.
El año que pasó me dejó reflexionando sobre todos los desafíos que nos encontramos y que superamos, y todo lo que tenemos para agradecer.
Me enorgullece la resiliencia que hemos demostrado como ciudad, y deseo que nuestros residentes sepan que el Seattle Fire Department siempre estará aquí para servirlos. Yo me vacuné, y espero que ustedes también lo hagan, para que todos estemos más saludables y nos recuperemos juntos.
Vacunación e inmigración en Seattle
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