Viva, ¡por los valientes!

Las razones de las manifestaciones de inconformismo de Bolivia, Colombia, Chile y otros países de América Latina y el mundo entero han sido poderosas.

Por Diana Leal

No le dejemos restar importancia a lo importante, a los millones de personas que han salido alrededor del mundo a demostrar su agotamiento contra los abusos de poder y la hipocrecia de sus gobernantes, y la manipulación de la que han sido víctimas, y que han venido de la derecha, de la izquierda, del centro.  En todas las ideologías disfrazadas hay enemigos de la gente y su progreso.
El cientelismo, la violencia contra los líderes comunitarios,  la artimaña política para darle sólo a unos y quitarle a las mayorias es corrupción. La corrupción mata a la gente de pobreza y hambre, y   es un crimen contra la humanidad.
Todos debemos tener las mismas oportunidades de desarrollarnos como personas. De tener educación sin que haya que empeñar la casa para pagarle a las universidades de billonarios.

Todos tenemos derecho a alimentarnos todos los días, a tener servicios básicos, de salud. Todos tenemos derecho a poder trabajar, a vivir sin miedo, sin amenzas, a tener seguridad!

Continuemos fuertes, que se oigan nuestras voces en contra de los amigos de la guerra que nos han empujado además a destruirnos unos a otros. Marchemos contra sus odios y autoritarismo. Contra su falta de visión, de compasión, de sensatez, de liderazgo.
Firmeza, aunque con dolor algunos sean víctimas de la absurda fuerza que se asusta de ver al pueblo protestar.
No sólo hay que marchar contra las decisiones arbitrarias que toman los políticos de siempre y perjudican a las mayorías, para que no les vuelva a quedar facil pasar por encima de la pobreza, de la desigualdad, del abandono, de las masacres, y gobiernen de manera impecable e inteligente para todos.
También hay que marchar contra los empresarios de siempre, los que le han pagado las campañas a los políticos de siempre, de derecha, de izquierda y del centro, para que legislen para ellos.
Marchemos contra los que han estado sentados engordando sus monopolios con el dinerito de la pobre gente y haciendo dificil cualquier posibilidad de empresa. Exijámosles que inviertan sus billones en desarrollo de las regiones.

Este niño de un banco de fotografías muestra el dolor y frustración de millones de niños y adolescentes de América Latina, quienes deben crecer sin oportunidades.
Marchemos contra todos los que toman ventaja de los vulnerables, contra los que abusan con su poder y sus armas y matan a los líderes, y matan a los pueblos de hambre y sufrimiento.
Marchemos contra los empleados públicos que no hacen su trabajo, contra los que se roban la plata de las comunidades, para dejarles claro que ellos también son culpables de alguna manera de la desgracia de su país y su gente.
El vandalismo de las marchas, el vandalismo señores es la consecuencia de lo que han hecho nuestros líderes. De su incapacidad de gobernar para todos, asi que no nos asustemos ni dejemos que esto disminuya la importancia de las multitudinarias manifestaciones.
El vandalismo es parte de nuestra realidad, consecuencia de la rabia y el hambre que produce una vida sin oportunidades, consecuencia del irrespeto que existe por quienes dicen construir las normas y la justicia para todos, el vandalismo es consecuencia de la absurda desigualdad que hay en Amércia Latina, la mayor desigualdad del mundo.
 
!Qué Vivan los valientes estudiantes, los trabajadores, los desempleados, los honestos que buscan protestar con dignidad para exigir respeto, paz, oportunidades, comida para toda su gente!
Que vivan todos los que hoy reclaman y protestan y no sienten verguenza, porque es así, saliendo a las calles como se han dado las grandes batallas y se han obtenido los grandes cambios.  
¡Que vivan los valientes! y que nadie le quite los alcances y la fuerza y el poder del inconformismo de la gente, de quienes han salido a las calle a protestar, agotados en contra de la histórica mediiocridad y deshonestidad de sus gobernantes.

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