COLUMNA DE OPINION
Por Diana Leal
La historia está hecha de crueldades, infamias, locuras producidas por seres humanos enceguecidos por el poder y el ego, y algunas de las varias que están pasando alrededor del mundo ahora indican que la crueldad de alguna gente no se acaba.
Tomemos sólo una de las medidas de la nueva administración de los Estados Unidos. Pretender generar contratos billonarios para pagar los favores politicos de los amigos contratistas del recién posesionado presidente, con la construcción de una pared entre México y los Estados Unidos, a costa de la plata de México, es una vil infamia.
México es un país en el que el 45 por ciento o más de la población vive en situación de pobreza, es decir al menos 55 millones de mexicanos; En México el diez por ciento de su población, o más, vive en situación de extrema pobreza, o miseria.
En México la gente se ve forzada a abandonar su tierra querida, su extraordinaria cultura, su gente, arriesgando su vida para poder venir aquí, al norte, a medio trabajar para medio vivir en la humillante ilegalidad; así que pagar por favores politicos y estrategias de campana malintencionadas de un republicano millonario, para favorecer a sus amigos billonarios, es una infamia de enormes proporciones.
México es un país con enormes riquezas naturales y humanas, con una envidiable riqueza cultural, pero también con problemas extremos de corrupción y desarrollo, de desempleo, de acceso de vías e infraestructura, de desarrollo rural, y ahora de seguridad. Por eso el problema de la inmigración hacia el norte senores, o ustedes creen que los mexicanos son masoquistas? Y qué de los ciudadanos estadounidenses que se la creyeron y estaban esperando que México pagara la tal pared, convencidos y felices?
Y que tal de los ingenuos que si creen que los propósitos de la construcción de la tal pared es realmente la seguridad del país? Come on people! los mexicano americanos, y hablo de los que viven en México, que también son americanos, los latinoamericanos no son tan pendejos senor Trump y sus seguidores, esto si que está llegando a extremos.
¡Pensé que era una equivocada estrategia de campana, pero de ahí, a querer hacerlo realidad!