LA VIDA SIN PAUSA

Encadenados_Presos
Jonathan Crary es profesor de Historia de Arte Moderno en la Universidad de Columbia de Nueva York. 24/7, su último libro está editado por Ariel. Traducción de News Clips, tomada de El Pais de Espana.

 

El-silencio-interrumpido
Una calle en Roma, foto  Diana Leal

                                             La vida sin pausa propia del capitalismo del siglo XXI provoca conflictos que son inseparables de las configuraciones del sueño y la vigilia, la iluminación y la oscuridad, la justicia y el terror. Genera indefensión y vulnerabilidad. La fórmula 24/7 [24 horas al día, siete días a la semana] sirve para evocar una constelación de poderosos procesos de nuestro mundo contemporáneo caracterizados por la actividad, la acumulación, la producción, las compras, la comunicación, el juego, o cualquier otra cosa, incesantes. Ya sea en el trabajo o en el tiempo libre, existe una imposibilidad cada vez mayor de hacer una pausa, de estar desconectado. 24/7 significa la imposición generalizada a la vida humana de una duración sin interrupciones, de un tiempo homogéneo que ya no transcurre.Trasciende al tiempo del reloj y se define por un principio de funcionamiento y operación continuos.

La vida sin pausa propia del capitalismo del siglo XXI provoca conflictos

24/7 significa que no hay intervalos de calma, silencio, o descanso y retiro. Igualmente importante es que se trata de una condición de exposición y visibilidad permanentes, un mundo iluminado ininterrumpidamente en el cual nada de lo íntimo puede permanecer oculto o en el ámbito privado. Es sinónimo de la implacable traducción a valor monetario de cualquier intervalo de tiempo posible o de cualquier relación social concebible, de hacer todos los elementos de nuestras vidas convertibles a los valores del mercado. La mayoría de los motores básicos de la vida humana —el hambre, la sed, el deseo sexual, y, desde hace poco, la necesidad de amistad— han sido transformados artificialmente en formas mercantilizadas o financializadas. Sin embargo, la gran excepción es el sueño. El sueño, en cambio, representa esa parte de las necesidades humanas y de los intervalos de tiempo que no pueden ser colonizados o conectados a una enorme máquina de obtener rentabilidad. Lo extraordinario del sueño en esta era es que de él no se puede extraer absolutamente ningún valor monetario.

En su profunda inutilidad, su absoluta pasividad y su inmensa pérdida de tiempo de producción y consumo, el sueño entrará siempre en colisión con las exigencias de un universo 24/7. La gran parte de nuestras vidas que pasamos dormidos, liberados de tener que satisfacer mecánicamente la proliferación de falsas necesidades, es uno de los grandes desafíos humanos a la voracidad del capitalismo contemporáneo. El sueño es una interrupción intransigente del robo de nuestro tiempo por parte del capitalismo. Nuestro actual sistema económico mundial de mercados 24/7 y de producción y consumo incesantes es fundamentalmente incompatible con la pausa de inactividad del sueño humano. Para mí, es una fuente de optimismo que haya un intervalo en el tiempo humano que sea imposible de conquistar en la práctica por la lógica del mercado y de otras fuerzas de control. El sueño puede sufrir perjuicios o mermas a causa de esa vida sin pausa inducida por las nuevas tecnologías y la globalización, pero nunca podrá ser totalmente colonizado o racionalizado. Ahora nuestra meta debería consistir en concentrarnos en otros espacios y actividades que necesiten ser defendidos de su traducción en valor financiero, ya sea en el lugar de trabajo, en el medio ambiente, en la educación, en la agricultura o en muchas otras áreas en crisis.

El sistema 24/7 ha suplantado la mayor parte de las notas distintivas rítmicas y periódicas de la vida humana que florecieron durante miles de años. Connota un esquema arbitrario y rígido de la semana, privado de la variopinta indeterminación de la experiencia vital. Como señalaba al principio, muchas instituciones del mundo desarrollado llevan décadas funcionando 24 horas al día siete días a la semana, sobre todo desde la implantación de las comunicaciones por satélite. Pero no ha sido hasta hace poco, en los últimos 10 o 15 años, cuando la elaboración de la propia identidad personal y social está siendo reorganizada para adaptarla al funcionamiento ininterrumpido de los mercados, las redes de información y otros sistemas.

El tiempo para el descanso es demasiado caro para ser posible en la actual economía global

Un entorno 24/7 tiene la apariencia de un mundo social, pero en realidad es un modelo no social de conducta maquinal y una suspensión del acto de vivir que encubre el coste humano exigido para sostener su efectividad. Se debe distinguir de lo que Georg Lukács y otros definieron a principios del siglo XX como el tiempo vacío y homogéneo de la modernidad, el tiempo métrico o de calendario de los países, de las finanzas o de la industria, del cual estaban excluidas las esperanzas o los proyectos de los individuos o de la clase trabajadora. La novedad es el abandono generalizado de todo fingimiento de que el tiempo va unido a cualquier proyecto a largo plazo, incluso a fantasías de “progreso” o desarrollo. Un mundo sin sombras, iluminado 24 horas al día siete días a la semana, es el sueño capitalista final de la poshistoria, en la que la alteridad que constituye el motor del cambio histórico ha sido suprimida.

24/7 es un tiempo de indiferencia, frente a la cual quedan al desnudo la fragilidad y la precariedad de la vida humana, y en el que el sueño no es necesario ni inevitable. Con respecto al trabajo, hace verosímil, incluso normal, la idea de trabajar sin pausa, sin límite. 24/7 está alineado con lo inanimado, lo inerte o lo exento de envejecer. Como una exhortación publicitaria, proclama la disponibilidad absoluta, y por lo tanto, las necesidades ininterrumpidas y la incitación a ellas, pero también su insatisfacción perpetua. La ausencia de restricciones al consumo no es simplemente temporal. Hace tiempo que dejamos atrás la época en la que se acumulaban principalmente cosas. En la actualidad nuestros cuerpos y nuestras identidades asimilan una sobrecarga en continua expansión de servicios, imágenes, procedimientos o substancias químicas hasta un límite maligno o, a menudo, fatal. La supervivencia a largo plazo del individuo es cada vez más prescindible a tenor del abandono del Estado de bienestar, así como de cualquier forma de capitalismo mitigada o controlada. Se rechaza la necesidad de cualquier intermedio de pausa o quietud. El tiempo para el descanso, la salud o el bienestar es sencillamente demasiado caro para ser posible dentro de la actual economía global.

De forma similar, el sistema 24/7 es inseparable de la catástrofe medioambiental por su declaración de gasto permanente, de derroche infinito con la consiguiente alteración terminal de los ciclos de día y noche y de las estaciones de los cuales depende la integridad ecológica. Un rasgo destacado del mundo actual es la irrelevancia de cualquier noción de preservación o conservación.

Tomemos el ejemplo de la incalculablemente valiosa selva del Yasuní, en Ecuador, hogar de poblaciones indígenas, pero también con un subsuelo rico en petróleo. Cuando el Gobierno planteó que no se llevarían a cabo perforaciones si se lograba reunir un fondo mundial de tan solo 3.000 millones de dólares (2.644 millones de euros) para compensar el sacrificio de los ingresos del petróleo, las instituciones más ricas del planeta apenas fueron capaces de prometer unos pocos millones.

La lección es que si en algún sitio hay recursos de cualquier clase de los que apropiarse o que explotar, tarde o temprano serán apropiados o explotados. Actualmente, en todo el planeta está teniendo lugar una frenética orgía ininterrumpida de saqueo y acumulación, ya sea la fracturación hidráulica, la minería del carbón, la perforación submarina, la agroindustria, el refinado tóxico de minerales o la contaminación de los océanos y los ríos. La lógica de esta expropiación de recursos exige que prosiga sin cesar, de la mañana a la noche, 24 horas al día siete días a la semana, sin dar tiempo a la regeneración de los sistemas vivientes y de los entornos. Tendemos a pensar que hemos entrado en una nueva era de mundos desmaterializados y virtuales de redes digitales, robótica y nanotecnología, pero la fuerza motriz que hay detrás del capitalismo del siglo XXI sigue siendo el expolio de las materias primas de la Tierra. E, inevitablemente, los inmensos proyectos de extracción de recursos que saquean el suelo y el agua son posibles con la intervención de la violencia militar y las formas represivas de poder político. Como ya sabemos, aunque prefiramos no pensar en ello, los dispositivos digitales que nos requieren 24 horas al día siete días a la semana y que definen quiénes somos, no podrían existir sin la expropiación destructiva y letal de la riqueza mineral del Sur global.

Pero también insisto en que las temporalidades sin pausa son corrosivas para el tejido de la vida social y la sociedad civil. Al fomentar una cultura vacía de autopromoción y autoabsorción, las tecnologías 24/7 perpetúan la ilusión de un tiempo sin espera, de una instantaneidad a demanda, de adquirir y tener manteniéndose aislado de la presencia física de otros y de cualquier sentido de la responsabilidad que esta pueda conllevar.

El sistema 24/7 también mina la paciencia y la deferencia individuales que son cruciales para cualquier forma de democracia directa: la paciencia de escuchar a los otros y de esperar a que llegue el turno para hablar. El problema de esperar, de intervenir por turnos, está ligado a una incompatibilidad más amplia del capitalismo del 24/7 con cualquier práctica social en la que intervengan el compartir, la reciprocidad o la cooperación. Para los partidos y los grupos de izquierdas, el concepto de “política por Internet” es un oxímoron desastroso. Puede que las plataformas de las redes sociales tengan el potencial algorítmico de movilizar a gran cantidad de personas en torno a un solo tema o a un acontecimiento único, pero son intrínsecamente incapaces de alimentar una comprensión vivida de la interdependencia humana o de las prácticas fortalecedoras de apoyo mutuo basadas en la comunidad.

Como nos dicen muchos famosos teóricos de la política, cualquier clase de resistencia eficaz supone inventar al mismo tiempo nuevas maneras de vivir. Y aquí viene la parte difícil: antes de que cualquier nueva forma de vida social pueda surgir siquiera de forma provisional, tiene que haber un replanteamiento radical de cuáles son nuestras necesidades, un redescubrimiento de cuáles son nuestros deseos. Esto significa dejar por completo de comprar lo que se nos dice que necesitamos, y repudiar del todo el papel de consumidores. Significa rechazar activamente la letalidad de la cultura del dinero y todas las imágenes y fantasías tóxicas de riqueza material que nos rodean. Para aquellos de nosotros que tengamos hijos, significa abandonar las expectativas imposibles y desesperadas de éxito profesional y económico que les imponemos, y proporcionarles en cambio visiones de un futuro habitable compartido colectivamente. Pero estas son tan solo las primeras de las tareas preliminares, una preparación rudimentaria para las luchas políticas reales que están teniendo lugar actualmente y para aquellas que no tardarán en extenderse por doquier, en medio de la intensificación de la catástrofe ecológica, la polarización económica y la guerra imperial.

Jonathan Crary es profesor de Historia de Arte Moderno en la Universidad de Columbia de Nueva York. 24/7, su último libro está editado por Ariel. Traducción de News Clips.

 

Cultural Differences? Or, are we really that different?

Fragments of the article written by Gregorio Billikopf University of California” …Differences between people within any given nation or culture are much greater than differences between groups. Education, social standing, religion, personality, belief structure, past experience, affection shown in the home, and a myriad of other factors will affect human behavior and culture…” …Sometimes, observations about cultural differences are based on scientific observation (see, for instance, Argyle, Michael, Bodily Communication, 2nd ed., Methuen & Co. Ltd., 1988). Argyle cites several studies on non-verbal communications and culture (see pp. 57-61). According to the studies cited, Latin Americans make more eye contact, face each other more, and touch more (p. 58) when they speak. Strong eye contact used by Hispanics goes along with my observations. If Hispanics face each other more, it is probably because of the need for eye contact. I do not believe that Hispanics touch more, with the exception of some very specific social contexts, one of them being between dating or married couples. One of the studies cited more contact among Latin American couples (p. 60). Another study showed that Latin Americans stand closer than North Americans (something that goes contrary to my observations) but that there are regional variations among countries (p.60). Argyle asserts that there are few genuine cross-cultural studies in the area of spatial behavior. Interestingly, yet another study (p. 60) showed that “middle-class Americans actually touched quite a lot” and that the USA is more of a contact culture than people think. See complete article http://nature.berkeley.edu/ucce50/ag-labor/7article/article01.htm

Multicultural Marketing: Diversity and Inclusion: More color and diverse leadership within corporate America with even wider inclusiveness.

MulticulturalmarketsBlog Fragments of the article written by Saul Gitlin, EVP Strategic Services, Kang & Lee Advertising, published on the Multicultural Marketing Resources (MMR) website The evolution of multicultural marketing has already begun, and today’s businesses are racing to keep up with the pace of change. According to recent data African Americans, Asians, and Hispanics together represent 34.7% of all the United States population. The latest Census data indicated also the increased growth and spending powers of these multicultural markets. Companies need to implement new strategies for increasing revenue and brand loyalty utilizing these growing segments of the population.  That brings today lots of interest in multicultural marketing, with the elementary question of “How” (to proceed) still being asked. Because technology has enabled messaging to be more targeted than ever, specific marketing communications that speak to the wants and needs of multicultural audiences are becoming more important than ever. Multicultural agencies will be particularly important in addressing greater client interest in targeted social marketing and direct interaction with consumers according to Howard Buford See complete article at Medialuna Blog Other Authors

Top multicultural marketing experts weigh in with their informed opinions on what to expect in Multicultural Marketing …over the next decade.

Read on to learn what these experts have to say about marketing to African Americans, Asian Americans, Hispanics, the GLBT consumer market and people with disabilities.

 The Asian Multicultural Market

Asian multicultural marketing continues to be a discipline that is attracting new categories and brands, as well as welcoming back clients whose Asian programs have heretofore ‘lapsed.’

This trend is underscored by the Census 2010 data which has been released in the last year that confirms that Asians are the fastest growing population in the country (neck and neck with Hispanics), and remain the most attractive segment with respect to many other critical demographics.

While the historical “big players” of financial services and telecom will continue to remain active, new growth will come from increasing, or ‘re-activated,’ marketing activity from clients in the automotive, retail, and luxury products sectors…

The coming 3-5 years will also welcome new, or fairly ‘inactive’ categories to the Asian market as multicultural marketing as a discipline completes its transition from ‘option’ to ‘imperative.’ Such categories include consumer packaged goods (in its broadest definition), computers/software, travel & leisure, and others.

Drive to the Web:

Asian marketers will increasingly build their online competencies as the spotlight is maintained on Asian consumers in the USA as the most ‘mature’ users of the web –

with respect to their daily/weekly/monthly surfing habits, their leading use of social media, and their leadership among all segments in researching products online, purchasing products online, and conducting financial transactions online.

However, unlike in the general market, growth in online marketing programs will not replace traditional Asian media programs, but rather serve as an essential, integrated ‘complement’ to such programs.

This is due to the long history of Asian offline media in the country, the ever-expanding offline content sophistication, the continued strong reach which Asian offline media affords within the top ‘Asian’ cities, and it’s comparative low cost vis a vis media in other consumer segments.

As such, the cost barrier-to-entry in building ‘surround-sound’ offline/online programming to reach Asian consumers will continue to remain low, thereby enhancing market attractiveness.

The Hispanic Market

The evolution of multicultural marketing has already begun, and today’s businesses are racing to keep up with the pace of change. In 2012, this industry will experience a more significant shift as investments, strategies and communications are leveraged on a single, historical piece of data: unprecedented growth of the U.S. Hispanic population. (In the last decade alone, the Hispanic population in Hawaii increased by a staggering 40%.) As this news arrives with the results of the upcoming U.S. Census, businesses within this industry – and the clients they serve – will continue to focus more of their marketing dollars on establishing connections and building loyalty with Hispanic audiences.

In accordance, we will see an increased demand for native language content that acknowledges important variances in sociographics, demographics, and regional terminology. Multicultural marketing firms will increase collaboration with local translation firms that understand the Latino market in order to penetrate cultural barriers and, ultimately, influence consumer behavior says Andrés Echeverri, President and CEO, at ACSI Translations

Multicultural consumers already show higher usage than the overall market in accessing the Internet through mobile devices.

Marketers must understand that optimizing digital messaging for mobile devices is key to reaching these consumers. At Prime Access, our digital communications business is climbing steadily, so it will continue to receive our greatest investment as we focus on cutting-edge uses and applications.

Yesterday’s dominant target audience (young and middle-aged whites) are clearly aging out of their prime consumption years. A majority of marketers will now begin to see there is no “general market.”

Because technology has enabled messaging to be more targeted than ever, specific marketing communications that speak to the wants and needs of multicultural audiences are becoming more important than ever.

Given today’s marketplace and today’s myriad media consumption patterns, highly targeted multicultural messaging is a best practice – rather than pursuing an approach of make-one-size-fit-all through superficial means such as casting.

The attention generated by the repeal of “Don’t Ask, Don’t Tell” and the growing acceptance of same-sex marriage will fuel an increase of client interest in LGBT consumers.

Multicultural agencies will hold the best understanding of consumers comprising the new American marketplace as legacy agencies and holding companies still, for the foreseeable future, will not employ a critical mass of seasoned managers who understand these consumers’ sensibilities and world view.

Multicultural agencies will be particularly important in addressing greater client interest in targeted social marketing and direct interaction with consumers says Howard Buford, President & CEO at Prime Access.

Currently African Americans, Asians, and Hispanics together represent 34.7% of all Americans. Yet they have been the majority in America’s top ten cities for years, or decades in several cases. Early on, the focus was on ethnicity, then later on culture. So what’s up now?

There is still lot’s of interest in multicultural marketing, with the elementary question of “How” (to proceed) still being asked.  What’s happening now as a default is largely diversity in advertising which is not multicultural marketing, where cultural insights are used to motivate a segment of consumers.

Rather, culturally diverse casting is used to substitute for multicultural messaging based on strategic insights. Believing distinct insights and strategies for each major segment and their subgroups are required is daunting and has been a barrier to true multicultural approaches.

Values create perceptions and motivate behaviors. Culture incubates the formation of values and these are the pieces of the puzzle that level the playing field.

So, connecting the dots between segments using values makes multicultural programs the mosaic we seek. By Ron Campbell, President, Campbell Communications

The latest Census data showed us the increased growth and spending powers of the multicultural markets. Companies need to implement new strategies for increasing revenue and brand loyalty utilizing these growing segments of the population. We envision large companies creating more positions for analytic, research and marketing focusing on these growing demographic segments. Professional positions with titles like Multicultural Strategy Manager, VP of Multicultural Market Growth and Director of Hispanic Marketing (to name a few) will give them the edge over their competition.

Their job will be analyzing then creating growth within these fast growing segments of the population. The use of accurate multicultural data, analysis, market identification and appropriate messaging will be the key factors for their success…” says Candace M. Kennedy, Director, Sales and Marketing at Ethnic Technologies, LLC

The African American Market

“Black Still Matters: Why Increasing Your Cultural IQ About Black America is Critical to the Survival of Your Brand” by Pepper Miller Boyd (Paramountbooks.com) sets the marketing outlook for 2012.

Key decision makers in CPG or Pharma brand categories, financial services, chain or independent retailers, and federal agencies should know “Black Still Matters.”

Effectively reach these consumers through proven grassroots cultural connections: churches, beauty salons, barbershops, neighborhood venues, community based retailers, (large and small chains) and black media, (traditional and social).

Burrell Communications (burrell.com), notes that trends in multicultural marketing blurring color lines fail to engage African-Americans.

Eighty-seven percent of those surveyed are attached to African-American culture, and balance their cultural interests with their cultural identity.

The buying power of 40 million plus African-Americans will reach $1.1 trillion by 2015, according to “The State of the African-American Consumer” (nielsen.com/african american) report by Nielsen research company and the National Newspaper Publishers Association (nnpa.org).

African-American households earning $75,000 or higher grew by 64%, almost 12% greater than the change in the overall population’s earning power between 2000 and 2009.

Cable television Advertising Bureau, (www.reachingblackconsumers.com) says  there are 15% more black than Hispanic households in the US; 70% of black high school students go to college; the medium income of married black working  couples is $91,578 according to Lafayette Jones, CEO, SMSi-Urban Call Marketing; Publisher, Urban Call.

Diversity and Inclusion: More color and diverse leadership within corporate America with even wider inclusiveness. Think Total Inclusion.    Multiculturalism: Here to stay and grow beyond advertising, marketing and communications, encompassing all aspects of culture and community. Think Cross-Culturalism. Ethnic Marketing: Increased awareness, involving emerging groups and evolving as an integral part of mainstream marketing. Think Diverse Marketing. Hispanic: Commanding power and value as the largest multicultural consumer group and growing even faster. Think $1 Trillion+. African American: Losing ground to Hispanic but still commanding respect as an influential and growing segment. Think $1 Trillion. Asian American: Increased realization from corporate America on its fast growing buying power and growth potential. Think Emerging Group. Culture: Takes a new meaning; goes beyond language and ethnic barriers to be more inclusive of the inherent diversity within all of us. Think Diverse. By Pawan J. Mehra, Founder and Principal, Améredia Inc.

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