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puede afectar al resto del mundo, han dicho los expertos, quienes afirman que el manejo que le ha dado su presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro al negar la gravedad de la pandemia, e ir en contra de las medidas de distanciamiento es la causa directa de esta calamidad masiva.Vea próximamente:
La tragedia de Brasil con el coronavirus puede afectar al resto del mundo
México está en el tercer lugar en casos de muerte por Covid de acuerdo a La Universidad Johns Hopkins con un total de 190.923 personas fallecidas. Al parecer tambi[en en este pa[is el caso de personas infectadas ha sido dejado a un lado, por falta de capacidad del gobierno de hacer seguimiento y por desinterés de las comunidades de reportar sus casos y hacer los exámenes para detectarlo.
Colombia es el tercer país de Latinoamérica en la lista y ocupa el decimo primer lugar a nivel mundial con número de muertes, con un total de 60.598 personas fallecidas por Covid.
A Colombia le sigue Argentina, en el puesto doce con 53.121 personas fallecidas y Perú con 49.973 decesos.
La cifra de contagios tampoco ha mejorado.
¿Porqué está sucediendo esto?
Las altas cifras de infección y muerte en América Latina pueden responder a diferentes dinámicas.
De acuerdo a Ramón Enriquez, sociólogo de Argentina, aunque las cifras de infectados y muertes seguían subiendo a finales de 2020, mucha gente debió reiniciar actividades, pues el trabajo de una enorme mayoría de personas en América Latina depende de la economía informal, es decir, si no se sale al rebusque, no se come.
Las medidas de prevención y distanciamiento se iniciaron temprano en varios países de América Latina, como por ejemplo en Colombia. Ya la gente estaba encuartelada en Bogotá, cuando aparentemente el virus no había llegado al país. Eso creo agotamiento, y ahondó la crisis económica de las familias, que han debido cumplir extensos períodos de cuarentens obligatorias, y otras medidas de prevención.
“Aquí mucha gente, o se moría del virus o se moría de hambre” dijo Hector Salamanca, y como ya había mucha gente que posiblemente había tenido el virus, la inmunidad al parecer es grande.
Eso es bueno, pero también crea escepticismo sobre la gravedad del virus.
La mayoría de países de América Latina, gravemente golpeados por el desempleo, el hambre y la pobreza se ven además gravemente afectados por la corrupción e irresponsabilidad de muchos de sus dirigentes.
Las organziaciones internacionales ofrecieron ayuda económica a varios gobiernos de la región para mitigar la crisis económica. Sin embargo al parecer estas ayudas financieras no se dieron de la forma debida.
América Latina tiene uno de los índices más altos de corrrupción. Esto incide a la hora de que sus dirigentes actúen con responsabilidad y sensatez con su población, de acuerdo a Julio Hernández, analista político.
Además, mientras muchos de los países desarrollados ofrecieron y siguen dando ayuda económica a sus habitantes, en América Latina no sucede lo mismo. Han existido ayudas, si, pero de manera intermitente y escaza, en comparación con las necesidades de sus mayorías.
Pero analizando otras perspéctivas, el aumento de casos de contagio, enfermedad y muerte también responde a otras características socioculturales de la población.
Aspectos sociales como la alta necesidad de socialización, los espacios reducidos en las ciudades y el hacinamiento en el que viven millones de familias, y la desobediencia civil se combinan en una tragedia sin precedentes recientes.
A pesar de que la gran mayoría de personas siguieron las normas de utilización de máscaras, obligatorias en la mayoría de países, durante los primeros meses de la pandemia, y después de que la pandemia ya estaba adentrada en sectores específicos de la población, otros miles hicieron caso omiso a las reglas de prevención, por falta de información, o por desinformación y agotamiento.
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Brasil y Mexico, algo tienen en común
La tragedia de América Latina como consecuencia del Covid has ido considerable, sin embargo el índice de mortalidad de los países latinoamericanos varía y se mantiene aún relativamente bajo en algunas naciones, en comparación con los países de Europa más afectados por el virus.
A excepción de Ecuador, la cadena de casos de contagio y muerte del COVID -19 tardó en llegar a América Latina y Sur América, y permitió que la mayoría de los países, excepto Brasil y México, tomaran medidas estrictas que aún se intentan sostener en casi toda esta región.
Mientras los gobiernos de México y Brasil se resistían a creer en la letalidad del virus, los ciudadanos empezaron a sentirse ahogados por el rápido contagio y el creciente número de casos de muerte.
“Los países latinoamericanos deben ser cautelosos al reabrir sus economías y permitir que la ciencia y los datos guíen el proceso”, advierte el Banco Mundial refiriéndose al manejo que le han dado algunos gobiernos populistas a la pandemia por COVID 19.
La advertencia la hace el Banco Mundial bajo la observación de que “muchos países de la región tienen altos niveles de informalidad y poca preparación para manejar nuevos brotes”.
La alta ocupación de camas destinadas a las unidades de cuidados intensivos, sumada a la precaria capacidad de prueba y rastreo, acelera la crisis y no contribuye a menguar el número de muertos y contagios.
La población de algunos países de América Latina ha venido haciendo enormes esfuerzos para cumplir las normas de confinamiento y así controlar la pandemia por COVID 19.
Cómo llegó y evolucionó el virus en América Latina
Había esperanzas, mientras China y varios países europeos batallaban para hacer frente al virus más feroz e imprevisible que se ha conocido en la historia reciente América Latina observaba.
La mayoría de países tomaron las precauciones indicadas por médicos y científicos, y aprendían del resto del mundo mientras se preparaban para lallegada del COVID 19.
Sin embargo llegó lo esperado, y varios países latinoamericanos que habían iniciado su confinamiento temprano debieron continuar y reforzar las medidas de prevención.
Pero al parecer el severo confinamiento de la mayoría de su población no pudo evitar la feroz propagación del virus y el desmesurado aumento en casos de enfermedad y muerte.
El tiempo de encierro ha sido largo en países donde la economía informal mantiene a la gran mayoría de su gente.
Disciplina sin recursos no resiste tanto tiempo
La disciplina impuesta por la mayoría de los gobiernos y la forma como la gente la ha venido cumpliendo ha sido ejemplar.
Pero seguir las normas de prevención obligatoria, y comportarse de manera prudente en una situación de alta gravedad sanitaria requiere los recursos que los países desarrollados tienen.
Las medidas severas de confinamiento requieren recursos para brindarle a toda su gente seguridad alimentaria y servicios básicos.
Un sacrificio como el que vienen haciendo los países latinoamericanos requiere manejos transparentes y decentes de los recursos que hay y que han donado varias entidades internacionales.
Epidemia de corrupción
Aunque algunos bancos internacionales han hecho donaciones, que al utilizarse de manera correcta podrían mitigar la falta de recursos en las familias pobres, la corrupción de los gobiernos no ha permitido el desembolso transparente de estos recursos en una gran parte de países de América Latina.
Otro virus al que tienen que enfrentarse las comunidades.
Se ha denunciado cómo los gobiernos de varios países de América Latina, carcomidos por la corrupción, han desviado los recursos donados para sus comunidades.
Esto ha hecho que en economías débiles, como las que tienen la gran mayoría de los países de la región, el virus aumente a niveles preocupantes la pobreza de su gente, las desigualdades de sus habitantes y la debilidad de sus sistemas.
Así, además de una pandemia nunca antes vivida tal vez en ninguno de sus países, los latinoamericanos le deben hacer frente ahora de manera más dramática a todas las plagas que habitaban en la región antes del COVID 19.
Hoy, mientras varios países del mundo suavizan las cuarentenas y medidas de distanciamiento social, América Latina presenta el mayor impacto a nivel global.
El índice de letalidad en algunos de sus países es alto, comparado con otros en los que el pico de contagio y muerte ya viene en descenso.
Esto puede responder a la falta de pruebas masivas en la mayoría de los 35 países de la vasta región del continente americano y a la vulnerabilidad en la salud de sus habitantes.
No obstante las estrictas precauciones que tomaron otros países del continente, no se han podido salvar de la letal epidemia.
En Perú se reportan miles de personas fallecidas al igual que en Chile y Colombia.
Colombia había logrado mantener el contagio y número de víctimas relativamente bajo hasta hace varias semanas, pero la hora de la verdad llegó, y a la epidemia de hambre y pobreza se le unió a la tragedia del COVID 19.
Países como Argentina, Paraguay y Uruguay habían presentado grandes diferencias en el número de fallecidos, con relación a Brasil y México, pero Argentina hoy se suma a los países en los que el desastre del virus ataca de manera seria a su población: más de 439 casos de contagio figuran este país.
Los países centroamericanos, a excepción de Panamá, República Dominicana, Guatemala, y Honduras, presentan aún un número de fallecidos bajo.
Esta alentador panorama puede ser cierto, pero también puede responder a la falta de datos confiables o a la ausencia de pruebas masivas.
Y de acuerdo a la curva o comportamiento de la transmisión del virus, el impacto mayor no ha llegado aún. Sin embargo, la presión social por el largo encierro y el aumento de la pobreza parece no dar mas tregua.