Mujeres, llegó la hora de denunciar, “Yo también he sido víctima de acoso sexual”
Por Aura María Hernández
Parece que el mundo se ha puesto de pie para denunciar la agresión y el acoso sexual en los lugares de trabajo contra las mujeres. La denuncia viene esta vez de Hollywood, de las mujeres lindas, ricas y famosas. Al parecer ellas también son y han sido víctimas, cómo millones de mujeres alrededor del mundo.
Y así se ha hecho llamar la campaña “Yo También”: yo también he sido acosada, yo también he sido obligada, o agredida sexualmente, y pretende que cada mujer que sienta haber sido víctima de una amenaza sexual ponga en su muro esta frase, “Yo también”.
La periodista Rose Hackman del periódico The Guardian, investiga actualmente el tema sobre la carga emocional de las mujeres en el trabajo y hace un llamado público, para que las mujeres cuenten sus historias de acoso y miedo.
“…Quisiera que no fuera tan banal decir: yo también” dice la periodista.
– “Si, es algo que está mal, pero no es nuevo”, dice el hombre.
-“Lo que es peor con este tema es que las mujeres no sólo tenemos que enfrentar estos actos de acoso sino también vivir en un mundo en donde sabemos que está pasando, que ha pasado y que puede volver a pasar en cualquier momento. Debemos llevar la carga emocional y regular nuestras mentes para adaptarnos a ello, y debemos hacerlo para poder continuar el crecimiento laboral, personal, social y económico.
Aquí es cuando entra el término “labor emocional”, dice la periodista y agrega que esta carga emocional no termina aquí. “Debemos Tener miedo simplemente por ser mujeres y satisfacer a una sociedad que quiere funcionar normalmente mientras permite abusos y acosos”.
Si, y es que no sólo tenemos que lidiar con agresiones, dice Hackman, “también tenemos que lidiar con los recuerdos que quedan de ello. Debemos estar consientes de que podrían volver a ocurrir. Debemos crear un mecanismo para que, si estamos en la oficina, en la calle o en la casa de alguien, nos permita mantener parte de nuestra mente alerta para poder estar seguras”.
Es un esfuerzo constante, no podemos darnos el lujo de dejar de estar alerta.
Y es que aun no vivimos en una sociedad que se ponga de nuestra parte, dice la autora. “Cuando ocurren incidentes sexistas, aun cuándo hay un crimen sexual, enfrentamos una situación perjudicial y devastador, sin dar importancia a los incidentes ocurridos, para proteger nuestra salud física, sin dar importancia a los incidentes, para proteger nuestros ingresos y simplemente sobrevivir a un día más.
Tomen este ejemplo, dice Hackman en su columna, una mujer que va en bicicleta a su trabajo es abusada sexualmente. Montar bicicleta es saludable y barato. ¿Qué pasa si es el único medio de transporte que esta mujer tiene para llegar al trabajo? ¿Cuáles son sus opciones? La solución no es hacer campañas para que las mujeres dejen de usar la bicicleta, ni tampoco vivir con miedo y coartar nuestra independencia!
Artículo basado una columna de The Guardian
Hombres: ¿Quieren tratar mejor a las mujeres? Aquí hay una lista de cosas para hacer
Hombres, han planeado para mejorar? ¡Porque necesitan mejorar! Aquí hay algunas ideas con las que pueden empezar a tratar mejor a las mujeres en general, y en sus lugares de trabajo.
Damos por entendido que usted o los hombres son conscientes de que la violencia (física, psicológica, sexual, verbal, o cualquier tipo de violencia) contra las mujeres es inaceptable y no puede suceder de ninguna manera. En una gran mayoría de países del mundo esto implica un delito serio y se paga con cárcel. Pero encuentre aqui otras normas que le pueden evitar problemas, y lo convertirán en todo un caballero.
- Evite hacer comentarios vulgares, relacionados con sexo o referentes al cuerpo de la mujer.
- Las niñas o mujeres tienen derecho de manejar su cuerpo, de vestirse como les parezca, de bailar a su propio gusto. Si ellas no lo están pidiendo, evite acercarse a ellas, tocarlas y mucho menos justificar ningún comportamiento sexual indebido.
- No utilice su poder para obtener atención, sexo o compañía.
- No manipule a sus empleados, estudiantes, compañeros de trabajo, ni ofrezca diatribas u oportunidades a cambio de beneficios de carácter sexual.
- No hable de sus relaciones personales y sexuales con otros amigos.
- Evite mirar el cuerpo de las mujeres cuando habla con ellas. Mírelas a la cara.
- No le haga comentarios relacionados con el cuerpo a las mujeres, como por ejemplo “estás buenísima”
- No toque a las mujeres que no conoce. Pregúntese porqué tiene la necesidad de tocar a las mujeres en general.
- Si una mujer le niega una invitación, no intente convencerla de nuevo.
- Entienda que si una mujer es amistosa, no quiere decir que quiere algo con usted
- Si invita a una mujer a salir no intente darle alcohol para hacerla más vulnerable y aprovecharse de las circunstancias.
- Si una mujer no le da una respuesta entusiasta para tener sexo, no la intimide, ni trate de convencerla, retírese.
- No espere que las mujeres sean lindas y tiernas.
- No saque conclusiones sobre la inteligencia, capacidades o metas de una mujer basado en su apariencia
- No haga chistes machistas (misóginos)
- No mande fotos obscenas a menos de que se lo pidan.
En el trabajo
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- Háblele a la chica tímida o rechazada del grupo de trabajo.
- Si se le pide que haga parte de en un equipo conformado sólo por hombres, pregunte el porqué, tal vez incluso cambie de grupo a uno con mujeres.
- No llame a las mujeres con nombres cariñosos como “amorcito” o “linda” en ámbitos profesionales
- Involucre a las mujeres en sus proyectos creativos, deje que tengan la misma participación que cualquier hombre
- Si es un empresario, páguele a las mujeres igual que a los hombres.
- No se ponga a la defensiva cuando lo descubran siendo vulnerable.