El gobierno de Panamá recibirá un nuevo préstamo del Banco Mundial por $250 millones de dólares para “apoyar el programa del gobierno, y proteger y fomentar la recuperación y el crecimiento económico del país y su población después de la crisis por el COVID-19” entre otros objetivos.
Panamá venía presentando tasas de crecimiento altas, impulsadas principalmente por el sector de la construcción y la inversión pública, lo que se tradujo en un aumento de la clase media, que había aumentado del 50.8 al 56.9 por ciento en 2019 y una disminución en las tasas de pobreza de las ciudades, pues la pobreza rural —6 veces más alta que la pobreza urbana—no cambió, de acuerdo a análisis del Banco Mundial.
La crisis del COVID-19 redujo el crecimiento de la economía, aumentó la pobreza especialmente en los grupos vulnerables e incrementó la deuda externa.
Recuperación versus endeudamiento
El país ha venido teniendo una buena recuperación post COVID, en la que el PIB alcanzó un crecimiento de 15,3 por ciento en 2021, impulsado principalmente por la explotación de cobre, la construcción, la manufactura y el comercio.
El sector minero contribuyó al 7,1 % del PIB en 2021, frente al 3,8 % en 2020.
Informes del gobierno estimaron que la pobreza disminuyó del 14,8 % en 2020 al 12,3 % en 2021.
Crecimiento promisorio but
No obstante, la economía del país empezó a recuperarse desde 2020, los niveles de déficit y deuda siguen siendo altos. Aunque el déficit fiscal se redujo del 10 por ciento del PIB en 2020 al 5,5 por ciento en 2021, los ingresos y los gastos aún no han vuelto al nivel anterior a la crisis.
Sus niveles de deuda han mejorado, pero siguen siendo, al igual, altos. La relación deuda/PIB (capacidad productiva de Panamá) que había pasado del 46,3 por cuento en 2019 al 68 por ciento del PIB en 2020, mejoró en 2021, año durante el cual la relación deuda/PIB fue de 63.7 por ciento.
El nuevo crédito del Banco Mundial de 250 millones de dólares, es el segundo que recibe el país centroamericano a través del programa de Financiamiento de Políticas de Desarrollo (DPF) del Banco Mundial (WB). El primero —de $300 millones de dólares —fue aprobado a finales del 2020.
Riesgos y amenazas
El principal riesgo fiscal de Panamá es el déficit del sistema de pensiones, que exige cada año mayores transferencias del Tesoro, de acuerdo al WB.
Las debilidades del país en Anti-Lavado de Dinero y Combate al Financiamiento del Terrorismo (AML/CFT) son factores que limitan la Inversión Extranjera Directa (IED) e impiden que Panamá se consolide como centro comercial y financiero regional, de acuerdo a análisis de la banca de inversión.
Soluciones
Como economía dolarizada, el país requiere promover la consolidación fiscal para reducir el pago de intereses, reducir la deuda pública y cumplir con la meta de déficit del 4 por ciento del PIB para 2022, dice el análisis de la economía panameña.
Es necesario un replanteamiento del modelo de crecimiento, que permita fortalecer sectores rezagados como el turismo, y corrija el exceso de propiedades sin utilizar, el alto endeudamiento de las familias, y mejore el reducido espacio fiscal del gobierno, es decir, que permita que el gobierno genere recursos adicionales a los ya existentes.
Las zonas rurales exigen un mayor trabajo y protección para evitar que la pobreza y la desigualdad aumenten aún más.
El gobierno de Laurentino Cortizo promete con este nuevo préstamo fortalecer las instituciones para la provisión de un crecimiento económico más inclusivo y sostenible: acelerar la recuperación y fortalecer los servicios de salud, educación y protección social, así como promover la transparencia, la inclusión y la adaptación al cambio climático, según el ministro de Hacienda, Héctor Alexander.
El préstamo de US$250 millones del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) tiene un margen variable por 20 años, incluido un período de gracia de dos años.
Lea además como Panamá es uno de los países foco de América Latina, por su favorable situación de convergencia, es decir, por la disminución de la brecha en su recuperación económica, comparada con el crecimiento económico de los Estados Unidos.