Con un total de 284,775 personas fallecidas a causa del Covid, Brasil se convierte en el pais más afectado actualmente por la pandemia en el mundo.
Por Diana Leal – Medialuna Magazine
El pasado martes 16 de marzo, mientras pareciera que el mundo empieza a ganar la batalla contra el Covid, más de 3.000 personas murieron en Brasil en un sólo día, como consecuencia del virus.
Durante los últimos días el país viene presentando más del 20 por ciento de los casos de muertes en el mundo como resultado de la pandemia, no obstante su población representa el 2.7 por ciento del total de habitantes en el planeta, con un poco más de 211 millones.
Brasil registró un récord de 12,888 nuevas muertes y más de 467,944 nuevos casos de infección por Covid la semana que pasó, según cifras de la Universidad Johns Hopkins.
El saldo de muertos en el país más extenso de América latina ha alcanzado un panorama desalentador para el resto del mundo. Especialistas consideran que la amenaza de la nueva cepa y la falta de control de la pandemia por parte de su gobierno es una amenaza enorme no sólo para los países fronterizos, sino para el resto del mundo.
Hoy la mayoría de países europeos, los Estados Unidos y otras naciones tienen cerradas sus fronteras a la gente proveniente de Brasil.
Especialistas de salud consideran que el alto número de casos positivos puede ser mucho mayor que el de la cifra oficial, teniendo en cuenta el bajo porcentaje de pruebas que se han realizado a la población y los intentos del presidente Bolsonaro por ocultar las cifras oficiales.
El país y sus sistemas de salud enfrentan un caos nunca antes visto. Los hospitales han colapsado con los cientos de enfermos que llegan diariamente. Muchos de ellos son enviados de una ciudad a otra en busca de una cama disponible.
Decenas de personas fallecidas están siendo enterradas en fosas comunes, porque ya los cementerios no tienen espacio.
El epidemiólogo brasilero Cesar Victoria, autor de un estudio sobre la prevalencia del coronavirus en su país dijo que ” en Brasil no encontramos una epidemia sino varias epidemias”, y agregó que las áreas más afectadas son los pueblos y regiones de la región amazónica, áreas pobres sin acceso a servicios de salud.
Vacunación y nuevas cepas
El aumento desmesurado de contagio y muertes en Brasil se viene dando a pesar de que las jornadas de vacunación se iniciaron en el país en enero. Sin embargo organizaciones y comunidades han denunciado la lentitud del proceso de vacunación, especialmente con las comunidades indígenas y campesinas que viven apartadas y que pueden ser más vulnerables por sus problemas de salud y alimentación.
Por otro lado se han encontrado en Brasil varias cepas que han puesto en alarma a las comunidades científicas del mundo. La cepa conocida como la variante de Manaos fue identificada en Europa en pasajeros provenientes de Brasil, y según los especialistas esta nueva mutación del SARS-CoV 2, puede hacer el virus aún más transmisible y resistente a las vacunas.
Algunos científicos han advertido sobre el peligro de las vacunaciones sin distanciamiento social pues aseguran que esto puede ser el factor que está produciendo nuevas y más peligrosas cepas.
Julian Tang, virólogo e investigador de la universidad de Leicester, en Reino Unido, dijo que cuando las personas recién vacunadas, con aun una pequeña cantidad de anticuerpos, entran en contacto con alguien contagiado con la nueva cepa, la variante puede originar nuevas mutaciones del virus, y más resistentes a sus anticuerpos.
El doctor Tang dice que cuándo una persona se vacuna, los anticuerpos tardan en aparecer, “semanas”, asi que no se está protegido inmediatamente después de la vacuna, y explica que la persona puede contagiarse con el virus original o sus variantes.
¿Porqué Brasil?
Recientemente, cuando ya la cantidad de enfermos han sobrepasado la capacidad de sus hospitales, y el número de muertes rebasó el espacio en los cementerios, Bolsonaro le dijo publicamente a su gente “dejen de quejarse, [por el virus] y sigan adelante”.
Mientras millones de brasileros pudieron auto regularse y guardar la cuarentena que el gobierno de su país ignoraba, otros millones de habitantes de las favelas o barrios populares, en las afueras de las ciudades debieron seguir sus vidas como si nada pasara.
La campaña de prevención de distanciamiento social o cuarentena no fue y ha sido posible en sus populosas favelas, donde en cada casa pueden vivir distintas y numerosas familias. Además, como en otros países de América Latina, un alto porcentaje de su población vive de la economía informal y debe y debió salir a las calles en busca de la comida diaria.
Las precondiciones de salud y enfermedad y las deficiencias en la alimentación pueden estar incidiendo también en el alto número de personas fallecidas, no obstante y aunque las altas tasas de personas fallecidas en las últimas semanas son las más altas, y Brasil ha mantenido el puesto número dos en contagio y muerte en el mundo desde comienzos de la pandemia, el índice de muertes por habitante aun es más bajo que en díez países, con una tasa de 128 muertes por cada 100.000 habitantes.
Asi, penosamente la letal negligencia del gobierno actual y la severidad de una pandemia pone a Brasil hoy en epicentro de una tragedia masiva, y convierte al país y su gente en otra amenaza a la lya amenazada salud del mundo.
Fuentes