¡Ya no hay agua para tanta gente!

Las sequías ya exacerban la seguridad alimentaria de las regiones más pobres del mundo.

Por Diana Leal K -Medialuna Magazine

México y Brasil padecen actualmente una de las mayores sequías del siglo, de acuerdo a un estudio reciente de la organización Climate Change.

El primer semestre de 2021 ha presentado sequías en países de casi todos los continentes. Pero en México, según el estudio, la crisis de agua se ha agudizado como consecuencia del alto consumo del líquido en las residencias durante la pandemia, en 2020, y el aumento en la producción agrícola.

Aunque en México el 7% de la población no puede comer sino una sola comida al día, el 30 % del agua se utiliza en la producción de alimentos.

En Brasil, país que ha tenido una severa disminución en las lluvias durante la última década, y con ello disminución en los niveles de agua de la cuenta del río Paraná, que provee de agua a cinco estados y alimenta grandes hidroeléctricas, la crisis viene ya afectando la producción agrícola, y ocasionando racionamientos de energía y altísimos costos del servicio que millones de familias no pueden pagar.

Aun cuándo organizaciones como la UNESCO aseguraba hace algunos años que aún había suficiente agua dulce en el planeta para suplir las necesidades de sus hoy 7.9 billones de habitantes, la realidad viene demostrando lo contrario.

En Asia central y países como Madagascar, por ejemplo, la escasez de agua ha venido amenazando la seguridad alimentaria de su población, que se agudiza con las altas temperaturas y la severidad de las actuales sequías.

La pérdida total de las cosechas y la muerte del ganado como resultado de la falta de agua es una constante ya en países como Uzbequistán y Kazajstán.

Estas sequías empeoran cada vez más con el veloz calentamiento de la tierra. “la probabilidad de que sucedan {sequías} en múltiples regiones está aumentando”, dice Franziska Gaupp del Instituto Internacional de Sistemas de Análisis Aplicados, de Luxemburgo, Austria.

“La pérdida constante de cultivos en las principales regiones de producción puede causar encarecimientos en los precios de alimentos, y tener efectos en cascada sobre su acceso, hambrunas, y provocar disturbios por la competencia de los recursos alimenticios.”

Se ha estimado que para 2030 habrá un déficit del 40% de agua a nivel mundial.

La escesez del recurso hídrico varía de acuerdo a la región, pero ya se hace extrema en algunas regiones pobres del mundo, y las que tienen un alto crecimiento demográfico, factores que muchas veces coindicen.

En América central, el llamado Corredor Seco, que empieza desde Chiapas, en México, pasa por El Salvador, Honduras y Nicaragua, y llega hasta el Noreste de Costa Rica, y donde habitan alrededor de diez de sus más de 180 millones de personas, las sequías y la escasez de agua ha venido devastando las posibilidades de vida.

Hoy, organizaciones de ayuda humanitaria afirman que las sequías y los efectos del cambio climático, con sus devastadores ciclones tienen a más del 80 por ciento de los habitantes del Corredor Seco al borde de la hambruna.

La Organización de Seguridad Alimentaria FAO indica que las caravanas de migraciones masivas hacia USA y Norteamérica son el resultado del hambre y la miseria en la que se encuentran millones de personas por la escasez de agua y alimentos.

“Estamos librando una guerra suicida” declara la ONU, y advierte que la crisis por las altas temperaturas, las sequías y los cambios climáticos extremos tienen hoy no sólo a los habitantes del Corredor Seco, sino a millones de personas de América Latina en riesgo de una emergencia alimentaria nunca antes vista, que puede seguir empeorando.

En algunas regiones de América Latina a la escasez de agua, se suma la contaminación de este recurso, y la mala gestión urbanística producto de la corrupción, que destruye, con el desarrollo de complejos habitacionales los ecosistemas naturales, y permite asentamientos humanos en zonas áridas, no propicias para el desarrollo humano.

Existen grandes disparidades en el consumo de agua y el impacto {en el uso de los recursos naturales} entre el mundo rico y el Globo Sur, y dentro de los mismos países.

Un estudio sobre consumo y recursos asegura que la población actual está consumiendo más recursos de los que la tierra provee, y que cada persona que nace aumenta la ya excesiva demanda de los limitados recursos de la tierra y las amenazas de escasez de agua dulce hacia el futuro son aún más críticas de acuerdo al estudio de población, recursos y consumo del MIT.

“Cerca de cinco mil millones de personas vivirán en regiones con escasez de agua en 2050, si no se toman acciones para estabilizar el crecimiento de la población, si queremos cumplir con el derecho humano más básico de todos, que es garantizar que las personas tengan suficiente para comer” dice el estudio científico.

Las Naciones Unidas ha calculado que la escasez de agua como resultado del cambio climático, producto de las acciones del hombre, podría desplazar a cientos de millones de personas para 2030.

Paradójicamente América Central, por ejemplo, es responsable de únicamente del 0,5 por ciento de la emisión de gases de efecto invernadero, y viene enfrentando desde hace más de dos décadas las peores consecuencias de la catástrofe climática global.

¿Qué podemos hacer ante la inminente crisis de agua?

Un sistema global más justo, en el que los recursos se distribuyan de manera más equitativa, es esencial, dice la ONU

Es de importancia crítica invertir en programas que protejan el medio ambiente natural, conserven los recursos hídricos y los utilicen de manera eficiente propone la FAO

La UNESCO enfatiza en la necesidad de que se avancé hacia una economía circular, “en la que se valore el agua hasta el punto de que cada litro se vuelva a utilizar una y otra vez, convirtiendo el agua misma en parte de la infraestructura más que en un recurso consumible.

Rodrigo Riquelme, especialista de Agua y Saneamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), también destaca la necesidad de que se evalúen los beneficios sociales, económicos y ambientales para determinar a quién se le cobra el agua.

Es necesario involucrar a la sociedad, integrar nuevas tecnologías y lograr la concientización ciudadana para hacer frente al cambio climático de acuerdo a Arturo Alma de ANEAS, México.

El MIT, considerando que la población y su exceso de consumo, y el alto número de miembros de las familias son un problema tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo, reducir el consumo cuándo es elevado es fundamental, así como el número de nuevos consumidores para así reducir de forma eficaz y permanente el drenaje que suponen estos consumidores para los recursos, así como su impacto medioambiental, y señala el estudio que esta propuesta no significa que la gente no deba hacer otras cosas para reducir el consumo de agua y recursos, o que no sea necesario abordar con urgencia cuestiones más amplias de injusticia mundial.

El MIT también propone reducir, mediante medios éticos y eficaces, el número de personas pudientes que sean altos consumidores, como método esencial y eficaz para aliviar la presión {sobre los recursos naturales}.

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Fuentes de información

 https://www.nature.com/articles/s41558-021-01111-9.pdf Langenbrunner, B. Water, water not everywhere. Nat. Clim. Chang. 11, 650 (2021). https://doi.org/10.1038/s41558-021-01111-9

https://es.unesco.org/news/unesco-y-aneas-presentan-mexico-version-espanol-del-informe-mundial-del-agua-2021

https://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-56407243

https://populationmatters.org/resources-consumption

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